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Sostenibilidad en la construcción de hormigón: La respuesta de Vemaventuri a la urgente necesidad de actuar

En un momento de creciente preocupación por la degradación del medio ambiente, el sector de la construcción está sometido a un escrutinio cada vez mayor por su importante huella medioambiental. A escala mundial, consume alrededor de un tercio de todos los materiales y contribuye enormemente a la producción de residuos. También es responsable de alrededor del 26% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Como las ciudades y la población siguen creciendo, es evidente que urge introducir prácticas sostenibles en el sector de la construcción. Los expertos calculan que, por término medio, será necesario construir un edificio del tamaño de la ciudad de Nueva York cada 40 días durante los próximos 40 años para satisfacer la demanda de viviendas. Estas cifras ponen de manifiesto la urgente necesidad de descarbonizar la industria de la construcción como parte de la transición general hacia un mundo más sostenible.  

En respuesta a esta urgente llamada a la acción, Vemaventuri presenta soluciones innovadoras que contribuyen de forma importante a la sostenibilidad optimizando, en lugar de sustituyendo, el uso del hormigón. Mediante el uso selectivo de la tecnología de sensores de hormigón, ya durante el proceso de construcción se puede influir positivamente en la calidad, la durabilidad y la sostenibilidad de los edificios. 

Un ejemplo destacado es el producto SONO, que mide el contenido de agua en el hormigón y, por tanto, permite un rápido control de calidad del hormigón antes de su colocación. Las desviaciones del valor objetivo pueden detectarse a tiempo y adoptarse medidas correctoras. Los defectos no detectados en el diseño de la mezcla de hormigón pueden provocar la corrosión prematura del acero de armadura y, por tanto, la aparición de grietas y desconchados en el hormigón.  

El producto PHONO, con sus sensores ultrasónicos, también ayuda a optimizar el resultado del hormigonado al determinar el nivel de relleno del hormigón y detectar huecos. Los datos obtenidos permiten a los trabajadores de la construcción tomar las medidas de compactación adecuadas y mejorar así el resultado del hormigón sin tener que realizar costosos repasos posteriores.  

TEMO, un producto para medir la temperatura y determinar el grado de madurez, también contribuye a la sostenibilidad al detectar a tiempo tendencias indeseables de la temperatura durante el proceso de curado y permitir la adopción de medidas correctoras.

La integración de la tecnología de sensores permite así mejorar la resistencia y durabilidad de los componentes de hormigón. De este modo se puede prolongar la vida útil de los edificios, lo que representa un paso importante hacia una industria de la construcción más sostenible. Con estas soluciones pioneras, en Vemaventuri queremos contribuir significativamente a un futuro más sostenible y resistente para las generaciones venideras.

 

Recursos: 

2024, Informe McKinsey: Building circular: Maximizar la reducción de CO2 y las oportunidades de negocio